Hablar de evaluación es una blasfemia, al menos en tiempo de pandemia…


Ciertamente, no negaré que, en esta situación, la mayoría de las entradas que se me ocurren van a enfocadas hacia el pensamiento crítico o la situación en está pandemia. Creo que ya he repetido los temas sobre pensamiento crítico y verdad, así que voy a forzar el tema de la pandemia como si de una patata, el alimento más polifacético existente, se tratase. Así pues, pillad algo de comer y preparaos para meternos de lleno en una reflexión sobre la situación actual y la digitalización forzosa de la educación:

La pandemia ha llegado sin avisar y la mayor parte de los profesores no se encontraban preparados. Si los profesores no estaban preparados, quien iba a pensar que el estado lo estaba. Y en efecto, las medidas tomadas por el estado no son para nada definitivas ni contemplan la educación y todos los factores a su alrededor. La solución planteada: la digitalización forzosa; no se presenta como una solución definitiva al problema ni mucho menos. Con la llegada de está "solución" son muchos los que se atreven a cuestionar la función de los profesores en el aula y su correspondiente sustitución por las nuevas tecnologías. Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que, a pesar de todo, los profesores, y no hablo solo a nivel de primaria, sino a nivel educacional global, han conseguido buscar medios y herramientas para tratar de amenizar el proceso que estamos llevando de la mejor manera posible. Dicho esto, la "solución" del gobierno ha dejado, al menos, tres cosas claras: la brecha digital existente en nuestro país, la necesidad de nuestros descalificados maestros y la nula idea que tiene el gobierno sobre la educación, y ya que estamos, vamos a disgregar los tres puntos poco a poco:
En cuanto a la brecha digital, ya he hablado sobre ella en el blog así que te invito a visitar la entrada anterior si quieres un mayor desarrollo sobre este tema. Lo cierto es que nuestro país no obtiene una buena nota en cuanto a digitalización, Según diversos estudios del Instituto Nacional de estadística, aún el 10% aproximadamente de los hogares españoles no tiene acceso a internet, y, si nos ponemos a hablar sobre ordenadores, resulta que solo el 80% dispone de algún dispositivo similar a un ordenador (sobremesa, portátil, tabletas,...). Es lógico pensar que de ese 80%, hay aún familias que comparten un ordenador entre varias personas. Debido a esto, numerosos maestros han tenido que solventar problemas ajustando horarios, tipos de actividades,... Así pues, son la mayoría de los profesores los que han buscado la artimañas no solo para ajustarse a la "solución" del gobierno, sino para intentar disminuir la brecha digital, que ha pasado a estar en primera línea de ataque contra la educación gracias a esta pandemia.  Visto esto, me puede explicar alguien ¿por qué se dice que el método de la digitalización ha demostrado la inutilidad de los maestro y lo fácil que seria sustituirlos? En todo caso lo que ha demostrado es la necesidad y capacitación de nuestros maestros que, y me gustaría recalcar esto, NO TIENEN POR QUÉ TOMARSE TANTAS MOLESTIAS, lo hacen porque quieren y aman su profesión.
Así, no se ha planteado ningún tipo de solución en cuanto al tema de la evaluación. En las noticias, se menciona hasta la saciedad que nos encontramos ante una situación excepcional y como tal, debemos actuar en consecuencia. Sin embargo, en ningún momento se plantea ningún tipo de ajuste en la educación. Como ya he dicho, todos los gremios se están adaptando a la situación, mientras que la educación tiene que emplear unos medios a los que no se tiene acceso por gran parte de la población. Si estamos en una situación excepcional ¿por qué deben los maestros impartir el curriculum completo? Creo que todos coincidimos en que lo mejor sería hacer algún ajuste a este, pues es evidente que si ya es complicado alcanzar los objetivos propuestos en un curso normal, en este se ha vuelto tarea imposible. Y en cuanto al tema de la evaluación, en Italia se plantó el aprobado general, mientras que aquí se pretende evaluar de una forma normal. No digo que se deba hacer lo que en Italia, pero que menos que realizar algún ajuste al método de evaluación. No estamos en condiciones normales, ni en cuanto a la calidad de la educación impartida ni psicológicamente los propios estudiantes, entonces ¿por qué no adaptar está a la situación? Son muchos los maestros que protestan ante está situación, y cuál ha sido mi sorpresa al encontrar un artículo de un profesional que comentan prácticamente lo mismo que yo pero de una forma más profesional y extensa...

En conclusión, lo que he querido expresar con esta entrada es que si hay algo que ha dejado claro la situación actual es la necesidad de los maestros en las aulas y en especial su preparación, la cuál ha demostrado ser la verdadera razón detrás del éxito de la adaptación de la educación a nuestros hogares. Dicho esto me despido en esta entrada no sin antes añadir una última cuestión al lector (que me gustaría se respondiese en los comentarios) ¿Qué crees que se debería hacer con el curso actual? ¿Lo acabamos con todo sin tener la situación en cuenta como apuntan las medidas tomadas por el gobierno? ¿O tratamos de hacerlo lo más llevadero posible y nos centramos en solucionarlo el curso que viene?


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